Neuquén
Neuquén bajó fuerte el ausentismo docente tras implementar el polémico presentismo
Alrededor del 85% cobra el incentivo que generó paros, protestas y una demanda judicial.

El ausentismo docente en la provincia de Neuquén se redujo del 27% al 15,24% en menos de un año, tras la implementación de un incentivo salarial que premia la asistencia regular a las aulas. Se trata del “Adicional al Desarrollo Profesional Docente”, un plus remunerativo no bonificable que equivale al 15% del salario y que se otorga a quienes no superen tres inasistencias trimestrales.
La medida, que fue resistida con fuerza por el gremio docente ATEN y motivó incluso un paro de casi dos meses durante 2024, comenzó a aplicarse formalmente desde julio del año pasado, tras la aprobación de la Ley provincial Nº 3447 y su reglamentación por el Decreto Nº 682/2024.
A pesar de la fuerte oposición sindical —que incluyó movilizaciones, paros y una demanda judicial para declarar inconstitucional la ley, actualmente en manos del Tribunal Superior de Justicia—, el presentismo parece haber llegado para quedarse.

La ministra de Educación, Soledad Martínez, se refirió a las políticas para bajar el ausentismo docente.
En la última liquidación correspondiente al primer trimestre de 2025, el 84,76% del plantel docente cobró el adicional.
La ministra de Educación, Soledad Martínez, explicó que la reducción del ausentismo no se debe solo al incentivo económico, sino también a la implementación de un sistema más riguroso de control de licencias médicas.
“Las políticas de salud ocupacional se enmarcan también en las políticas de respeto a los trabajadores y trabajadoras que no abusan de las herramientas disponibles en el sistema. Los números que hoy tenemos de ausencia de docentes son producto del sistema de auditorías médicas, de las visitas a domicilio y de la regularidad de las juntas médicas”, afirmó.
Ausentismo docente: la explicación de Soledad Martínez
Martínez detalló que en octubre de 2024, cuando comenzó la aplicación de las medidas, el ausentismo por enfermedad alcanzaba el 21,83%, comparado con cifras de 2023. A partir de entonces, comenzó un proceso sostenido de revisión de certificados médicos, muchos de los cuales llevaban largos períodos siendo renovados sin justificación suficiente.
Uno de los cambios más sensibles fue el abordaje de las licencias por salud mental, un rubro en el que, según la ministra, se detectaron numerosas situaciones “sin documentación suficiente”, lo que obligó a la reincorporación de muchos docentes a sus puestos de trabajo.
También se trabaja en un nuevo nomenclador que establecerá la cantidad de días permitidos de licencia según cada patología, con posibilidad de prórrogas si los informes médicos lo justifican.
El incentivo docente se paga trimestralmente en cuatro tramos (marzo, junio, septiembre y diciembre). En marzo, un maestro de grado con un cargo testigo percibió 188.134 pesos de bolsillo por el adicional, mientras que un cargo directivo recibió 443.506 pesos.
La ley no sanciona al docente que se ausenta más de lo permitido, pero sí establece que quienes no cumplan los requisitos de asistencia simplemente no cobran el plus.
“Hemos realizado una tarea sostenida de revisión de certificados médicos que tenían mucho tiempo en el sistema y que se renovaban inclusive extendiendo los periodos de las licencias ordinarias y las extraordinarias, con una herramienta que se llama excepcional; esos certificados eran bastantes y por mucho tiempo”, señaló.
Un reclamo judicial en el olvido
A pesar del conflicto que generó en su momento, la realidad muestra que la mayoría de los docentes ya se adaptó al nuevo esquema. El reclamo judicial de ATEN sigue su curso, pero el impacto concreto del incentivo ya se hace sentir en las estadísticas: menos ausencias, más clases y un Estado que apuesta a cambiar la cultura del presentismo sin vueltas atrás.