Petroleros en pie de guerra por juicios laborales: “No vamos a dejar que se caiga un sistema que salvó 19 mil vidas”

Cuando el sistema funciona, hay que defenderlo. Y si ese sistema salvó más de 19 mil vidas desde su creación y evitó casi 4 millones de accidentes laborales, mucho más. Eso piensan en el gremio de Petroleros Privados, de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que lidera Marcelo Rucci, que esta vez no se quedó callado, en un urgente comunicado en la tarde de este miércoles 16 de abril.

El sindicato salió con los tapones de punta ante una amenaza silenciosa que, aseguran, está haciendo tambalear el sistema de riesgos del trabajo y es la litigiosidad descontrolada.

“Esto no puede seguir así. Están usando al sistema como una caja judicial”, disparó un dirigente del sindicato que participó de la redacción del comunicado urgente que sacó el gremio.

Los juicios laborales en Vaca Muerta podrían hacer quebrar la caja, según advirtió Marcelo Rucci.

Rucci lanzó una seria advertencia seria, con números alarmantes: en 2023, se iniciaron 114 juicios por cada 10 mil trabajadores, un índice que supera ampliamente a países como España o Chile.

Petroleros, los números de los juicios

Lo más grave, aseguran, es que el 88% de esas demandas no corresponde ni a accidentes con incapacidad ni a enfermedades reconocidas. Son causas que, en palabras de Rucci, “no hacen otra cosa que saturar el sistema, fundirlo y poner en riesgo la salud de los trabajadores de verdad”.

Detrás de esa judicialización masiva hay un mecanismo perverso, con montos originales de $200.000 que, años después, se convierten en sentencias millonarias de más de $30 millones.

“Esto no lo aguanta nadie”, dicen desde el gremio. Las aseguradoras suben sus costos, los empleadores pierden previsibilidad y el sistema entero se pone en jaque.

Pero Rucci no se queda en la denuncia. Apunta a una salida concreta que es aplicar en todas las provincias los Cuerpos Médicos Forenses que establece la Ley 27.348.

En 2017, ya se había avanzado en esa dirección con la reforma del sistema, pero como suele pasar en este país, las provincias patearon la pelota. La ley está, pero no se aplica.

Para los petroleros, defender el sistema de riesgos del trabajo es una batalla crucial. Y no porque les convenga a ellos, sino porque está en juego algo mucho más importante: la salud y la vida de quienes laburan todos los días, muchas veces en condiciones extremas.

“El sistema funciona. Pero si no frenamos la sangría judicial, no va a aguantar”, dicen. En su tono, se mezcla la preocupación con la advertencia. Porque si algo tiene claro el gremio, es que está dispuesto a dar pelea.