Neuquén
Desconcierto en el peronismo rolista
La diputada (de los tres cargos) Tanya Bertoldi se ausentó en la sesión por las PASO.
El peronismo neuquino vive una crisis de identidad en tiempos de realineamientos políticos y poder difuso. Se acabaron las selfies, las sonrisas y el espíritu de equipo, en el PJ cooptado por el gobierno provincial y el Frente Neuquinizate, espacio compartido entre kirchneristas, macristas, MPN y militantes de Javier Milei, bajo la bandera de Neuquén.
Tanya Bertoldi, diputada nacional por Unión por la Patria y funcionaria del gobierno de Rolando Figueroa, vuelve a estar en el centro de la polémica. Es que está más cerca de las órdenes de un gobernador, que de parte del pueblo que la votó.
Precisamente es diputada nacional -que debreía responder a los votos de los ciudadanos, no como un senador, que sí está ligado a los intereses de un gobierno provincial- se desliga de a poco del sello de Unión por la Patria.
Bertoldi estuvo ausente en la sesión por la eliminación de las PASO de este jueves, desconcertó a los peronistas que la llevaron al Congreso Nacional y expuso la falta de rumbo de un sector que, lejos de consolidarse, hace malabares para sobrevivir.
Es un caso que el PJ neuquino ya define como los “dirigentes residuales” que se acomodaron en el gabinete provincial. Bertoldi es la sobrina del tres veces intendente de Centenario, Javier Bertoldi, que formó parte de la liga de intendentes peronistas (Chule Linares en Junín de los Andes, Juan Carlos Fernández en San martín de los Andes, Hugo Panessi en Villa La Angostura, Hugo Werlni en Rincón de los Sauces y hasta Adolfo Paine en Piedra del Águila), que armó quien ahora es su enemigo: Oscar Parrilli.
Tanya Bertolti en las reuniones que hacía con el PJ rolista antes de asumir el cargo con Rolando Figueroa.
Es que Figueroa se llevó dirigentes o referentes, o personas ligadas a las familias del peronismo, pero no la masa militante. Lo hizo con Tanya Bertoldi y un puñado de dirigentes, pero en estos meses el gobernador ya les sacó la ficha a muchos: saben que no juntan votos, y cada vez más está desprendido de las fotos que acompañaban el inicio de gestión.
Es un gran problema para el gobierno y los ministros, que conforman este frente, donde da la impresión de que el PRO tiene más peso que un PJ aislado. Según pudo saber Política Viral, ya en los pasillos de la Casa de Gobierno el comentario es que el balance de gestión de este sector del peronismo “es muy pobre”.
Es por eso que ya no hay más selfies de dientes blancos y dedos en ve, porque saben que gobernar es un tema mucho más difícil y delicado. Pero si el gobernador tiene que rescatar a alguien, justamente, será a Tanya Bertoldi.
Se la conoce como la “diputada de los tres cargos”, porque además de ser legisladora nacional, preside la Unidad Provincial de Enlace y Financiamiento Externo (UPEFE), un organismo clave en la ejecución de proyectos con financiamiento externo. También es subsecretaria de Obras Públicas.
Hay fuertes sospechas de que el decreto de la Secretaría Legal y Técnica que autorizó el decreto de su designación de la UPEFE, tendría serias irregularidades de inconstitucionalidad. Pero la política tapó ese debate, incluso bajo retos de malos modos en las cadenas de mando que se atrevieron a cuestionarlo. Es que no alcanza que la compatibilidad sea un tema de “cargo ad honorem”. Sino también de superposición de tareas, tiempo y responsabilidades.
Su rol en el gobierno de Figueroa provincial es más fuerte que su compromiso con quienes la votaron desde el peronismo; un fenómeno que no es nuevo, pero que genera ruido en un espacio que busca reinventarse sin demasiado éxito.
El dato es que Bertoldi no estuvo en Buenos Aires cuando se trató la eliminación de las PASO. El Congreso se libraba una batalla política que será determinante en las elecciones 2025.
Ella cumplía funciones en Neuquén, alineada con el gobernador, y su ausencia no parece tanto a un error de agenda, sino una decisión política que desnuda una realidad incómoda para PJ neuquino: la dificultad para sostener estructuras sin depender del poder de turno.
La plancha de los peronistas de la Neuquindad
No hay un gramo de peronismo real en el “rolismo”, solo una suma de individualidades que resisten más por los cargos que por la convicción y muchos que se quedaron con nostalgia de otros tiempos y obedecen órdenes.
El gobernador busca consolidar La Neuquindad como un espacio propio, evita chocar con el gobierno de Javier Milei y se enfoca en la gobernabilidad.
Bertoldi es solo una pieza de un problema mayor: el peronismo en Neuquén se va a resetear, entre los que resisten dentro del PJ como aun una oposición débil, y los que migraron al gobierno de Figueroa, con desconcierto es total, y sin tener protagonismo de nada.
