Patagonia
El periplo patagónico del financista de Espert
Criado en Trelew, Fred Machado hizo plata en Estados Unidos, fue detenido en Neuquén y está con domiciliaria en Viedma.
La historia de Federico “Fred” Machado y su hermano Gastón comenzó en el barrio Constitución de Trelew, más conocido como las Mil Viviendas. Allí crecieron antes de lanzarse a una carrera empresarial que los llevó a Estados Unidos y Guatemala. Hoy ganan espacio en los medios salpicados por las conexiones de Fred con un político de alta exposición como José Luis Espert, y exponen a quienes, desde lo más alto del poder judicial, se sientan sobre el expediente que tramita un pedido de extradición a los Estados Unidos, que lo investiga por lavado de dinero y vinculaciones con el narcotráfico.
De las “Mil Viviendas” al mundo
Según una nota imperdible publicada por el diario Jornada, en julio del 2021, Fred, de 57 años, se formó como piloto civil y construyó una vida entre Miami, Buenos Aires y Viedma, donde aún residen familiares. Su hermano Gastón, dos años menor, permaneció en Trelew hasta 2017, dedicado a la venta de aberturas y a la pesca deportiva, antes de sumarse a los negocios de Fred en Guatemala.
El barrio Constitución, construído sobre una zona inundable, es conocido como «las mil».
Los Machado encarnaban el arquetipo del “argentino que triunfa en el exterior”. Sin embargo, el sueño empezó a traslucir las salpicaduras que la banquina les deja aquellos latinos que se engolosinan con hacer mucha plata marginándose de la legalidad.
Según la fiscalía norteamericana, Fred y sus socios habrían lavado más de 350 millones de dólares entre 2016 y 2020. Su nombre ya había aparecido en 2011 vinculado al famoso narcoavión de los hermanos Juliá, aunque en aquel caso logró despegarse a tiempo.
Negocios en Guatemala
Pese a los esfuerzos y algunas contrataciones directas que le adjudicó quien fuera intendente de Trelew, César Gustavo Mac Karthy, a la empresa que había heredado de su padre, Pina SRL, Gastón no aguantó la tentación y se fue a probar suerte a otro lado. Ese muchacho que algunos recuerdan como un «negrito lindo, humilde y muy comprador» de Trelew, que en su juventud se había ido a estudiar arquitectura a La Plata, se fue a probar suerte con su hermano.
En 2017 Gastón Machado se sumó a las operaciones de su hermano en Guatemala, donde se presentaba como “arquitecto” y administraba varias empresas creadas en Izabal. Entre ellas figuraba el megaproyecto Torre Manatí, que prometía ser el edificio más alto de Centroamérica, valuado en 40 millones de dólares.
La torre nunca se construyó. Hoy sólo queda un baldío y una lista de inversionistas que deben sentirse estafados. Incluso hay medios locales que publicaron notas en las que aseguran que la municipalidad de Puerto Barrios informó que la sociedad de Machado ni siquiera contaba con licencia de obra ni estudios de impacto ambiental.
Gastón Machado junto a una torre de la que sólo se pudo ver su maqueta.
De Guatemala a guatepeor
La caída de Federico «Fred» Machado también tuvo como escenario la Patagonia: su detención, en abril del 21, fue en el aeropuerto de Neuquén, donde la Policía de Seguridad Aeroportuaria identificó que había una alerta roja emitida por Interpol que llevaba su cara, su nombre y su apellido.
Tras una estadía en Bariloche y la inestimable representación legal de Francisco Oneto, abogado y excandidato a vicegobernador bonaerense por La Libertad Avanza, Federico Machado fue beneficiado con una orden de prisión domiciliaria.
Actualmente intenta, con éxito, frenar su extradición desde Argentina, consciente de que podría enfrentar una dura condena. Por esas cosas que tiene la Argentina, el más alto tribunal de justicia aún no se pronunció sobre ese expediente.
Su antiguo experimento político, José Luis Espert, a quien auspició con fondos, aviones y hasta una camioneta blindada, hoy termina siendo una amenaza, ya que con su particular forma de pasar inadvertido, expone una trama que conecta negocios opacos, conexiones políticas del más alto nivel y un gran interrogante que hoy se cierne sobre los togados de la Corte Suprema, que acopian bajo sus nalgas las fojas del expediente en el que se tramita la extradición.
Su hermano, en cambio, dejó Guatemala y se trasladó a Tulum, México, donde se supone, vive alejado de los negocios pero cerca del mar, su segunda pasión. No obstante, permanece activo en redes sociales bajo el perfil “Libertario Chubutense”. Desencantado con la Argentina, el que solía vender puertas y ventanas en Trelew, y más atrás en el tiempo, participar en el Centro de Universitarios Chubutenses que hay en La Plata, aún deposita su fe en el fanático de Milton Friedman (1912-2006), Murray Rothbard (1926-1995) y Robert Lucas (1937–2023) que todavía habita la quinta de Olivos.
El caso muestra el recorrido de dos hermanos que pasaron de las Mil Viviendas de Trelew a un escándalo de orden internacional al que no le faltan ingredientes, le falta tiempo para para que se conozcan.
