Navidad sin cajas: austeridad y privilegios en el discurso de Figueroa

Este fin de año, la tradicional caja navideña, ese pequeño gesto que durante años acompañó las fiestas de los empleados estatales, vuelve a ser tema de polémica en Neuquén. Aunque en realidad la entrega de cajas ya había sido interrumpida por gestiones anteriores, el gobernador Rolando Figueroa no dejó pasar la oportunidad para convertir el tema en una bandera de su discurso de austeridad.

Sin embargo, la verdadera intención no parece ser la eficiencia en el gasto, sino evitar que alguien se desmarque de su estrategia, como ocurrió con el ministro de Infraestructura, Rubén Etcheverry.

Más que una medida innovadora, lo que hace ruido es el contexto y las formas. Desde hace años, las cajas navideñas habían dejado de ser una política generalizada. Pero esta vez, Figueroa buscó reforzar su liderazgo y eliminó cualquier margen para que sectores o funcionarios tomaran decisiones por su cuenta.

Navidad:cajas en el EPEN y Vialidad

Según pudo conocer Política Viral, Etcheverry intentó mantener la tradición en áreas bajo su órbita, como Vialidad Provincial o el EPEN, donde las cajas se distribuyeron. Su postura generó una discusión con el gobernador, quien no tolera contradicciones dentro de su equipo.

Rolando Figueroa intentó ponerlo en caja a Rubén Etcheverry. Pero las emprsas públicas hace tiempo que reparten las cajas navideñas.

En otros organismos, como el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), las cajas están almacenadas en depósitos, aunque sin definiciones claras sobre su distribución. Estas situaciones reflejan una administración con reglas confusas y un discurso de austeridad que se aplica según las circunstancias políticas más que económicas.

En el EPEN la caja navideña se reparte hace más de 30 años, y también sucede lo mismo en la Legislatura e Neuquén, donde los empleados se llevaron la cajita a la casa, en medio del escándalo con la destitución de Gloria Ruiz.

Pero hay otros sectores del Estado que parecen vivir en un mundo aparte. El Tribunal de Cuentas de la Provincia de Neuquén, bajo la conducción del novato abogado Juan Pablo Dirr, organizó un brindis de fin de año, con costos que recaen en las arcas públicas.

Este organismo, históricamente conocido por los privilegios de sus empleados y los generosos sueldos similares a los del Poder Judicial que perciben, parece inmune al ajuste que afecta al resto de la administración.

El ajuste como demostración de poder

La contradicción se hace cada vez más evidente en la búsqueda de disciplinamiento que busca Figueroa. Mientras justifica la eliminación de las cajas navideñas para proyectar austeridad, sectores con mayor capacidad económica dentro del Estado mantienen celebraciones y beneficios que poco tienen que ver con la eficiencia que pregona el gobernador.

El fin de año no solo marca el cierre de un ciclo. En su primera Navidad como gobernador, Figueroa no oculta su afán de consolidar un liderazgo centralizado, sin oposición ni voces que lo contradigan, algo que pasó poco en la provincia de Neuquén. El ajuste, más que una herramienta de gestión, se ha convertido en una demostración de poder.

Para los empleados estatales, este diciembre llega con un mensaje contundente: no habrá cajas navideñas, pero tampoco un asueto extralargo como sucedía en otras gestiones de gobierno. La austeridad, que Figueroa busca mostrar como una virtud, deja más dudas que certezas. ¿Es realmente una decisión eficiente o una herramienta de disciplinamiento político?